Definen la implementación del polémico decreto. Ejército y Gendarmería actuarán en conjunto y los militares no podrán detener personas
Apurados por la ofensiva de la oposición para frenar desde el Congreso la reciente reforma militar, en el gobierno de Mauricio Macri ultiman los detalles de cómo y cuándo aplicarán la letra del decreto 683/2018, que amplió la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior. La participación de los miembros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea se limitará al “apoyo logístico”, lo que significa que en ningún caso podrán hacer uso de sus armas o detener a personas; y, por el momento, los ministerios de Seguridad y de Defensa estarán a cargo de manera conjunta.
Aunque no es la única, la principal controversia entre el oficialismo y los distintos partidos opositores radica en la decisión del Poder Ejecutivo de modificar el artículo 1º del decreto 727/2006, que establecía que las Fuerzas Armadas sólo tenían potestad para intervenir en casos de “agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estado/s”. A partir de la nueva normativa no será condición que el ataque “externo” provenga de otro país para que las fuerzas militares tengan algún tipo de injerencia, lo que -según la oposición- abriría las puertas para que participen en asuntos internos, algo que está prohibido por la ley de Seguridad Interior.
Desde Cambiemos insisten en que las Fuerzas Armadas se limitarán a “colaborar” con las fuerzas de seguridad “brindando apoyo logístico” para custodiar “objetivos estratégicos” y en el combate contra el narcotráfico y el terrorismo internacional. Para alejar las críticas, algunas de las cuales ayer se plasmaron en la masiva movilización al ministerio de Defensa, el propio Macri subrayó unas horas antes que los militares “no participarán en seguridad interior”. Mientras que el titular de la cartera de Defensa, Oscar Aguad, aseguró que “no van a hacer el trabajo de la Policía”, ni “intervendrán en conflictos sociales”, como sostuvieron algunos dirigentes opositores.
Desde el Ejecutivo nacional ratificaron que la actividad de los miembros del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea estará acotada a la custodia de algunas zonas, como reservas de recursos naturales, represas, la central Nuclear Atucha o el megayacimiento Vaca Muerta, o a reforzar el programa del Escudo Norte con 500 efectivos del Ejército a partir del 1 de agosto próximo.
“Los miembros de las Fuerzas Armadas no podrán detener gente”, aseguraron desde el ministerio de Seguridad, que conduce Patricia Bullrich. Como tampoco tendrán permitido cualquier otro tipo de accionar represivo contra las personas. En caso de ser necesario, deberá intervenir la Gendarmería, que acompañará a los militares, aunque una parte de los gendarmes que actualmente custodian las fronteras serán destinados a otras áreas.
Por el momento, ambos ministerios, el de Seguridad y el de Defensa, estarán a cargo del trabajo conjunto que llevarán adelante la Gendarmería y las Fuerzas Armadas.